domingo, 10 de marzo de 2013

Un Atentado de Caracter Social Attack of Social

Mostramos hoy la noticia aparecida en el diario Heraldo de Madrid, en su número 11928 del 26 de Abril de 1924; en ella se comenta el atentado sufrido por un importante personaje portugués y las insospechadas casualidades de la vida, que salvaron la suya. Como es habitual respetamos el texto tal cual fue publicado, pero en esta ocasión hemos preferido publicarlo por párrafos, debido a que en el original está en dos columnas y, creemos que de esta manera se acorta su lectura en soloplumas.

LOS PISTOLEROS DE LA “LEGION ROJA”
UN ATENTADO DE CARACTER SOCIAL
LOS AGRESORES LOGRAN EVADIRSE

LISBOA 26.- La tristemente célebre Legión Vérmela, grupo de pistoleros que ha realizado ya numerosos atentados de todas clases, se ha apuntado ayer una nueva “hazaña” en la lista de las que tiene cometidas.
D. José Julio Correia da Silva,director de la Sociedad de armadores portugueses y gerente de la Compañía de Navegación de Portugal, venía recibiendo hace tiempo cartas anónimas del citado grupo en las que se le amenazaba de muerte. El amenazado nunca hizo caso de estos anónimos a causa de su carácter decidido y nada miedoso.
Ayer, cuando el Sr. Da Silva abandonaba las oficinas de la Compañía de Navegación de Portugal, situadas en el número 81 de la calle del Arsenal, una de las de más tránsito de vehículos y peatones de la capital, con la intención de ir a almorzar a su domicilio, penetraron en la escalera de la casa tres individuos, bien trajeado uno de ellos y pobremente vestidos los otros dos, y encañonaron al Sr. Da Silva, que en aquel momento bajaba las escaleras, haciendo contra él numerosos disparos, hiriéndole de dos balazos en la cabeza y uno en el brazo izquierdo. La víctima cayó en el portal.
La alarma causada por las detonaciones fue enorme y provocó numerosas carreras, lo que dejó el campo libre a los pistoleros para huir. Un guardia cívico que acudió al lugar del atentado juzgo preferible atender al herido que perseguir a los criminales, a pesar de las protestas de aquél, y los atacantes fueron perseguidos únicamente por varios viandantes, que abandonaron la persecución ante la amenaza de sus pistolas y aún por los disparos que hicieron al llegar a un callejón, por el que desaparecieron.
A consecuencia de los nuevos disparos resultó herida en un brazo, una pobre mujer que transitaba por aquél lugar.
Es realmente milagroso que el señor Da Silva salvara su vida, ya que la bala que le hirió en el brazo izquierdo fue desviada por la pluma estilográfica que el herido llevaba en el bolsillo del chaleco, precisamente encima del corazón.
Después de conducido al hospital, el herido fué curado y radiografiado, siendo su estado satisfactorio.